Desde que abrió sus puertas en Cantagallo en 1995, Chuck E. Cheese ha sido sinónimo de celebraciones, juegos y miles de recuerdos para niños, niñas y familias en todo Chile. Hoy, a 30 años de esa primera aventura, la marca refuerza su presencia en Chile con una moderna propuesta, llena de energía, innovación y mucha entretención.
Esta nueva etapa viene cargada de novedades: más tecnología, zonas de active play con trampolines, pistas dance floor, pantallas LED gigantes y los juegos más entretenidos para todas las edades.
Todo esto ya puede disfrutarse en locales como Plaza Oeste y se irá incorporando en más sedes del país, adaptándose a lo que buscan las nuevas generaciones de niños y padres.

Chuck E. Cheese evoluciona y se despide de su primer local
Como parte de esta transformación, el próximo 10 de agosto se despedirá el local de Cantagallo, el primero de la marca en Chile. Y aunque es difícil decir adiós, este cierre simboliza un nuevo comienzo: dejar atrás al antiguo espacio para dar paso a una experiencia más moderna y sorprendente.
Uno de los elementos más queridos del local —los clásicos animatronics— también comenzarán una nueva etapa: serán reubicados para que sigan siendo parte de la magia que ha acompañado a millones de familias durante estos años.
Con 13 locales en Santiago y regiones, y más de tres millones de visitas al año, Chuck E. Cheese sigue siendo el lugar favorito para compartir en familia. Y ahora, con esta renovación, se prepara para seguir sorprendiendo a los más pequeños y sus familias.