Dieciséis años después de su última presentación en el país, Oasis regresó a Chile con un concierto que reunió a más de 64 mil personas en el Estadio Nacional, en el marco de la gira internacional Live ’25, su tour de reunión más relevante desde la separación de 2009. La banda británica ofreció un show de casi dos horas que combinó repertorio histórico, producción de gran escala y una fuerte respuesta del público.

La jornada comenzó con un show de drones de cerca de 10 minutos, visible desde varios sectores de Ñuñoa, que sirvió como preludio del espectáculo principal. El ex vocalista de The Verve, Richard Ashcroft, actuó como telonero con un set de aproximadamente 40 minutos, repasando parte de su trabajo solista y algunos éxitos asociados a su trayectoria en los noventa.

El inicio del concierto
Pasadas las 21:00 horas, las luces del estadio se apagaron y la banda ingresó con la introducción de “Fuckin’ in the Bushes”, tema que históricamente ha acompañado la entrada de Oasis en giras anteriores. Los hermanos Liam y Noel Gallagher aparecieron juntos sobre el escenario, un gesto comentado ampliamente debido al prolongado distanciamiento entre ambos.

El repertorio: una selección de 23 canciones
La banda interpretó 23 temas, entre ellos “Hello”, “Acquiesce”, “Some Might Say”, “Morning Glory”, “Supersonic”, “Slide Away”, “Wonderwall”, “Live Forever” y “Cigarettes & Alcohol”. El cierre estuvo a cargo de “Champagne Supernova”, acompañado por fuegos artificiales, un recurso que se ha convertido en el sello final de la gira Live ’25.

La puesta en escena mantuvo estándares propios de las grandes giras internacionales: Pantallas de gran formato con visuales sincronizadas. Sonido de alta presión distribuido en torres laterales y frontales. Iluminación y diseño escénico replicado desde las fechas europeas de la gira.

Un público transversal
El concierto congregó a públicos de distintas edades. Entre los asistentes se observaron personas que vivieron la era britpop de los noventa, así como audiencias más jóvenes que descubrieron la banda a través de plataformas digitales y redes sociales.

Un hito para la agenda musical chilena
El regreso de Oasis confirma el auge de los espectáculos masivos en Chile, que en los últimos años ha recibido giras de gran envergadura técnica. Para la banda, la fecha en Santiago se mantuvo alineada con el resto de la gira, tanto en estructura como en nivel de producción.

Más allá del simbolismo asociado a la reunión de los Gallagher, el concierto destacó por su capacidad de convocatoria y por la ejecución de un repertorio que continúa generando interés en audiencias diversas. Con una respuesta que agotó entradas con meses de anticipación, la presentación se instala entre los grandes eventos musicales del año y refuerza el rol del Estadio Nacional como principal recinto para conciertos de alta demanda en el país.