En una sentencia histórica, Francisco Solar fue condenado a 86 años de prisión por su participación en el envío y colocación de artefactos explosivos. Por su parte, Mónica Caballero recibió una pena de 12 años tras el mismo proceso judicial.
Ambos individuos ganaron notoriedad al ser absueltos en el primer Caso Bombas del país. Posteriormente, se trasladaron a España, donde enfrentaron condenas y expulsión debido a un atentado explosivo en una basílica de Zaragoza.
Tras su retorno a Chile, Solar y Caballero reincidieron en actividades delictivas. El juicio oral concluyó con la determinación de que Solar era culpable del envío de un paquete bomba a la 54ª Comisaría de Huechuraba en julio de 2019. El artefacto, despachado desde una oficina de Correos de Chile en El Bosque, explotó al día siguiente, dejando ocho carabineros heridos.
El mismo 24 de julio, Solar intentó enviar un paquete similar al grupo Quiñenco, dirigido al exministro Rodrigo Hinzpeter, pero la bomba fue desactivada a tiempo, evitando consecuencias graves.
Finalmente, ambos fueron declarados culpables por la explosión de dos artefactos en el edificio Tánica de Vitacura en febrero de 2020. Solar fue considerado autor, mientras que Caballero fue condenada como cómplice en este acto delictivo.